Parece que hay una nube de ceniza

Resulta que anoche me lo olvidé al Christian en el balcón.

Me parece que fue porque me quedé dormida mirando la novela.

Lo que pasa es que a la Pochi en el Ministerio le regalaron una botella de buisqui para el cumpleaños. Ella la había escondido abajo de mi cama, pero yo la encontré una mañana que se me cayó el vaso con la dentadura de la mesita de luz, y me tuve que agachar para buscarla.

Entonces preparé un litro de té, pasé el buisqui a una botella de Sevenap y le llené la de buisqui con el té. Así me puedo tomar un vasito todas las noches, y ella ni se da cuenta, jijijii!

Y ya lo tengo pensado: si me descubre la botella de Sevenap con el buisqui, que la guardé en el ropero, atrás de la pila de las trusas, le digo que estoy juntando orín para un analis que me pidió el Doctor del PAMI, y listo.

Pero ya me fui por las ramificaciones. La cosa es que se ve que entre el buisquicito que me había tomado, y la novela, que de tanta degeneración que muestran ya no la entiendo, me dormí y me olvidé de entrarlo al Christian.

A la mañana, cuando me fui a preparar el mate, lo veo rascando el vidrio con las uñitas, pobre criaturita de Dios. Pero cuando lo hice entrar, se sacudió y me llenó el comedor de una nube gris.

Enseguida miré el balcón, y estaba todo tapado con un polvito. Hasta los malvones!

Entonces puse la tele a ver si decían algo.

En TN estaban explicando que había explotado no sé qué volcán, y que se había hecho una nube de ceniza que estaba tapando todo, y que no había luz, ni agua, y que las pobres ovejitas de la Patagonia se iban a morir de hambre, y qué barbaridad que el gobierno no había hecho nada para que el volcán no explote.

En CAnal 26 había un periodista con un barbijo, que no se le entendía muy bien qué hablaba, pero me pareció que decía que la nube tópsica se venía para acá.

Como me asusté, puse el 98, porque como es en blanco y negro y sin sonido, aunque pasen las peores noticias, me da menos impresión.

Pero en vez de un noticiero, estaba el descuartizador barriendo el piso del estudio. Se ve que ahí también había entrado la ceniza, porque se pasó un rato largo dale para acá y para allá con el escobillón.

Cuando parecía que había terminado, vino desde la calle la diputada del perrito, esa que se parece a la del 3ºB, y resulta que al abrir la puerta de vidrio, entró una ráfaga de viento, y le desparramó todo la ceniza.
Y encima, ni perdón le pidió. Siguió caminando como si nada. Así que el Descuartizador tuvo que barrer tooodo de nuevo.

Esta vez hizo una montañita adelante de la puerta de los puntos. Pero con tanta mala suerte, que al ratito nomás la puerta se abrió y salieron corriendo esos dos niñitos que siempre les dan papeles de hermanitos malcriados. La nena le saltó por arriba, y el descuartizador se pasó la mano por la frente, como diciendo "me salvé". Pero el niñito, que venía atrás, le pegó semejante patada a la montañita, que la ceniza voló hasta el techo, prácticamente. Para mí que fue a propósito.

Entonces el pobre hombre, que será un asesino cereal y queseyocuanto, pero que cuando le hacen esas maldades a mí al final me da lástima, volvió a agarrar el escobillón, pero a medida que iba barriendo iba juntando la ceniza en una bolsa. Yo no sé por qué directamente no la tiraba adentro del pozo de los arqueólogos, que entre parentis, todavía no lo taparon.

En eso entró al estudio esa actriz que se parece a la del 7ºB, que es la presidenta del Consorcio, se paró al lado del escritorito que está al lado de la puerta de vidrio, y lo llamó haciéndole venga venga con el dedo. Cuando el asesino se acercó, pasó el mismo dedo por el escritorito, y se lo puso adelante de la nariz. Para mí que le reclamaba que ahí no había limpiado bien. La cosa es que la señora se dio media vuelta, y salió para la calle, y lo dejó ahí, agarradito del escobillón.

Ahora, seguro que el descuartizador, con esa ceniza que juntó, como dijeron en la tele que es tópsica, los va a ir envenenando de a uno: a la diputada, a los niñitos y a la que se parece a la del 7ºB, y después los va a descuartizar y los va a sacar a la vereda en esas bolsas negras, como hace siempre.

¡Ay, Dios! ¡Me olvidé del Christian, que está todo impregnado con esa porquería! ¡Lo tengo que limpiar, si no se me va a morir!

No sé si pasarle la aspiradora, o si directamente lo meto en el lavarropas, ahora veo.